¿Impuestos verdes? 5 claves para estar al día con tu empresa
La transición hacia una economía más sostenible ha dado paso a una serie de medidas que buscan frenar el impacto ambiental de las actividades humanas, y los impuestos verdes se han convertido en una herramienta clave en este sentido.
Estos tributos, conocidos también como impuestos ambientales o impuestos medioambientales, buscan reducir las emisiones contaminantes y el uso irresponsable de recursos naturales a través de cargas fiscales sobre actividades o productos dañinos para el medioambiente.
Su objetivo es claro: “quien contamina, paga”
¿Qué es el impuesto verde y a quiénes afecta?
El impuesto verde es un tributo que se aplica a productos, actividades o empresas cuya operativa genera un impacto negativo en el medio ambiente. Está diseñado para penalizar a los contaminadores y promover prácticas más sostenibles en toda la sociedad, desde empresas hasta consumidores.
Este tipo de impuesto afecta principalmente a sectores que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero, utilizan recursos naturales de forma intensiva o producen residuos que requieren un tratamiento especial, como:
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- Empresas de energía que utilizan combustibles fósiles.
- Fabricantes y usuarios de vehículos que funcionan con motores de combustión.
- Industria manufacturera, especialmente aquellas que manejan productos de un solo uso como el plástico.
- Sectores de construcción y gestión de residuos, que generan altos niveles de residuos y emisiones.
Beneficios y desventajas del impuesto verde
Los impuestos verdes generan importantes beneficios para el medioambiente y la economía, aunque también presentan algunos desafíos. Aquí te explicamos los puntos clave:
Beneficios:
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- Reducción de la contaminación: Penalizan actividades contaminantes e incentivan la reducción de emisiones. Por ejemplo, el FMI recomienda un impuesto global de 75 dólares por tonelada de CO₂ para 2030.
- Promoción de la innovación y sostenibilidad: Al gravar actividades contaminantes, fomentan la adopción de energías limpias y prácticas sostenibles. Esto ayuda a las empresas a reducir su huella ambiental y a alinearse con los estándares de sostenibilidad.
- Recaudación para proyectos ambientales: Los ingresos generados se destinan a proyectos ecológicos, energías renovables y ayudas a sectores afectados. En la Unión Europea, los impuestos verdes recaudaron en 2021 más de 300.000 millones de euros, representando el 2,2 % del PIB.
- Fomento de la economía circular: Impuestos como el del plástico (0,45 € por kg de plástico no reciclado en España) buscan reducir los productos de un solo uso y promover el reciclaje, ayudando a reducir los residuos y fomentar la reutilización.
- Doble dividendo: Un aumento en los impuestos verdes combinado con una reducción de otros impuestos puede generar un doble beneficio: mejorar el medioambiente y aliviar la carga fiscal en sectores clave.
- Reducción de la contaminación: Penalizan actividades contaminantes e incentivan la reducción de emisiones. Por ejemplo, el FMI recomienda un impuesto global de 75 dólares por tonelada de CO₂ para 2030.
Desventajas:
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- Coste adicional para pymes y consumidores: Las pequeñas empresas y los consumidores pueden asumir un coste adicional, ya que los impuestos verdes suelen trasladarse al precio final.
- Percepción recaudatoria: En algunos casos, se perciben como medidas fiscales más que ambientales, lo cual puede afectar la percepción pública de su efectividad.
- Desigualdad regional: Las diferencias en normativas y tasas entre países o regiones pueden crear una competencia desigual.
- Coste adicional para pymes y consumidores: Las pequeñas empresas y los consumidores pueden asumir un coste adicional, ya que los impuestos verdes suelen trasladarse al precio final.
En conclusión, los impuestos verdes tienen un gran potencial para impulsar la sostenibilidad y proteger el medioambiente, pero requieren una implementación equilibrada para maximizar sus beneficios y minimizar su impacto económico negativo.
¿Cuáles son los impuestos verdes en España?
Estos impuestos se han ido integrando en el sistema fiscal en los últimos años. Aunque el país se encuentra en una fase de transición hacia una fiscalidad más verde, actualmente existen varios impuestos medioambientales clave:
1. Impuesto sobre hidrocarburos: Grava el consumo de combustibles como gasolina, diésel, gas natural y carbón, que representan una de las principales fuentes de emisiones de CO2. Desde hace un año este impuesto contribuyó en más del 70 % a la recaudación de impuestos medioambientales en la Unión Europea.
2. Impuesto sobre la electricidad: Su objetivo es reducir el uso de electricidad proveniente de fuentes no renovables y fomentar el ahorro energético. Este impuesto afecta a empresas y consumidores que consumen electricidad generada a partir de fuentes contaminantes.
3. Canon de vertidos: Grava la producción de residuos en agua, incluyendo sustancias peligrosas como pesticidas y productos químicos. Su objetivo es incentivar un tratamiento adecuado de estos residuos, con tasas que varían en función del tipo y volumen de los desechos.
4. Impuesto al plástico: Implementado desde el año anterior, este impuesto de 0,45 € por kilo de plástico no reciclado se aplica a envases de plástico de un solo uso. Está dirigido a fabricantes, importadores y empresas distribuidoras, con el fin de reducir la producción de residuos plásticos y fomentar la economía circular.
5. Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica: Aplica especialmente a los vehículos que emiten gases contaminantes, con tasas que pueden variar en función de la tecnología del motor y el tipo de combustible que utiliza.
¿Qué gravan los impuestos verdes?
Los impuestos verdes en España gravan actividades y productos específicos que contribuyen a la degradación ambiental. Estos incluyen:
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- Emisiones de gases contaminantes: Monóxido y dióxido de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y dióxido de carbono (CO2), principalmente generados por vehículos de combustión y la producción de energía.
- Productos energéticos: La combustión de hidrocarburos y otros combustibles fósiles que se emplean en la industria y el transporte.
- Gestión de residuos y aguas residuales: Residuos industriales, comerciales y de construcción, así como residuos en agua que contienen contaminantes peligrosos.
- Producción de ruido: Como el que se produce en los despegues y aterrizajes de aviones, afectando a áreas urbanas cercanas a aeropuertos.
- Plásticos de un solo uso: Envases y otros productos que contienen plástico no reciclado, incentivando la adopción de alternativas sostenibles.
- Emisiones de gases contaminantes: Monóxido y dióxido de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y dióxido de carbono (CO2), principalmente generados por vehículos de combustión y la producción de energía.
En la Unión Europea, los impuestos medioambientales generaron un ingreso de más de 300.000 millones de € en el último año, representando el 2,2 % del PIB. En España, aunque estos tributos aún no alcanzan la proporción de otros países europeos, se estima que representan un 5 % del total de ingresos tributarios del país.
Esto refleja un incremento en el esfuerzo hacia la transición verde, pero también señala un espacio significativo para mejorar la recaudación y el impacto medioambiental.
Claves para que las empresas se mantengan al día
La implementación de los impuestos verdes se está convirtiendo en un tema central para empresas que buscan alinearse con las normativas medioambientales y, al mismo tiempo, optimizar su impacto en el medio ambiente y en sus operaciones.
Aquí te presentamos cinco claves fundamentales para que tu empresa pueda entender, adaptarse y beneficiarse de estos tributos en España.
Identifica actividades y productos gravados por impuestos verdes
Los impuestos verdes en España afectan sectores con impacto ambiental directo, como emisiones contaminantes, uso de combustibles fósiles, plásticos de un solo uso y gestión de residuos peligrosos. Para reducir su carga fiscal, las empresas pueden adoptar energías alternativas y prácticas sostenibles, mejorando además su imagen ante clientes y reguladores.
Optimiza tu flota para reducir el impuesto en vehículos
Los vehículos de motor que emiten CO₂ están sujetos a impuestos verdes. Las empresas pueden minimizar su impacto adoptando vehículos eléctricos o híbridos, beneficiándose de ayudas y subvenciones disponibles que facilitan esta transición y la hacen rentable a largo plazo.
Cumple con la normativa de gestión de residuos y el impuesto al plástico
En España, el impuesto al plástico grava los envases de un solo uso no reciclados a 0,45 euros por kilo. Para reducir costos, las empresas pueden optar por materiales reciclables y optimizar su gestión de residuos, cumpliendo así con los requisitos ambientales.
Aprovecha incentivos fiscales para la sostenibilidad
Existen subvenciones e incentivos fiscales para empresas que implementen prácticas sostenibles, como instalaciones de energías renovables y vehículos de bajas emisiones. Estos incentivos pueden reducir la carga fiscal y facilitar una transición hacia operaciones más responsables.
Consulta una asesoría especializada para gestionar los impuestos verdes
Gestionar los impuestos medioambientales puede ser complejo debido a las normativas específicas. Contar con una asesoría en impuestos verdes ayuda a cumplir con los requisitos y optimizar la estrategia fiscal, permitiendo que las empresas se concentren en su actividad principal mientras expertos gestionan las obligaciones tributarias.
Conclusión
Adaptarse a los impuestos verdes es más que una obligación fiscal; es una oportunidad para que las empresas en España adopten modelos de negocio sostenibles y eficientes.
Al identificar actividades gravadas, optimizar flotas y operaciones, aprovechar incentivos fiscales y contar con asesoría especializada, las empresas pueden reducir su impacto ambiental y mejorar su reputación en un mercado cada vez más enfocado en la sostenibilidad.
En Volatt, estamos aquí para ayudarte a implementar estrategias fiscales sostenibles y personalizadas. Contáctanos hoy para facilitar tu transición hacia una gestión empresarial más responsable y eficiente.
Preguntas frecuentes sobre impuestos verdes
¿Cuál es la finalidad de los impuestos verdes para las empresas?
El objetivo de los impuestos verdes es reducir la huella ambiental penalizando las actividades que generan contaminación y promueven prácticas sostenibles. Estos impuestos buscan incentivar a las empresas a adoptar energías limpias, gestionar mejor sus residuos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Existen incentivos fiscales para las empresas que implementan prácticas sostenibles?
Sí, existen incentivos y deducciones fiscales disponibles en España para empresas que invierten en tecnologías limpias, energías renovables o mejoras de eficiencia. Estos incentivos pueden ayudar a compensar el costo inicial de la implementación de prácticas sostenibles, facilitando la transición hacia un modelo de negocio más respetuoso con el medio ambiente.
¿Es posible que el impacto de los impuestos verdes varíe entre diferentes comunidades autónomas?
Sí, algunas comunidades autónomas en España pueden tener sus propias regulaciones o impuestos adicionales relacionados con el medio ambiente. Esto significa que los requisitos y tasas pueden variar dependiendo de la ubicación de la empresa, por lo que es importante verificar las normativas locales.